«Los ecologistas son necesarios, pero casi siempre exageran»

Doctor en Ciencias Químicas y Catedrático de Física y Química.



Casalderrey defiende que la presión de grupos como Greenpeace (él les llama Paz Verde) es necesaria en la búsqueda de un equilibro entre actividad industrial y respeto al medio ambiente, pero también mantiene que «casi siempre exageran y a veces usan técnicas que no me gustan nada; no se puede llegar a un ecologismo cuaternario en el que todas las químicas hayan desaparecido». «¿Y cómo protestan? En una lancha neumática -agrega-. Pero esa zodiac es pura química en su estructura, motor, el combustible... Hasta los letreros son de material químico». Incluso en la ropa que ellos y todo el mundo viste hay química. «El vaquero es una de las prendas más contaminantes, y cada paso en su elaboración supone una sucesión de agresiones que no pueden imaginar los que lo han tomado como uniforme», comenta.

A nivel local, se ha referido también en alguna ocasión a Ence. "En este momento no vierte prácticamente nada a la Ría, lo único que puede molestar son los olores y los gases -explica-. Tienen un sistema, una vaposfera, donde van encerrando los gases que no pueden quemar y los tienen esperando a que los vientos vayan fuera de la Ría para soltarlos. Pero hay veces que no pueden almacenarlos todos y los va soltando. Esa molestia es lo que la gente percibe. Pero de cómo estaba eso a cómo está...Y solo se están viendo las industrias químicas, pero ¿por qué está el Lérez fatal? Por los vertidos urbanos. El Lérez es un vertedero de vertidos humanos y hablan de Puro Lérez, pero vas en marea baja y huele aquello que apesta».

En sus artículos, el catedrático se ha mostrado «escéptico» ante el fenómeno del cambio climático. «Creo que lo que se están haciendo son modelos de cambio climático, que a partir de unos datos llegan a unas conclusiones. Y se están haciendo con datos del pasado con los que se intenta predecir el futuro -sostiene-. Si les resulta difícil predecir el tiempo meteorológico a corto plazo, imagina lo que es el cambio climático que supone como mínimo a diez, veinte o cuarenta años... Entonces, se están vendiendo modelos como si fueran verdades climáticas y es lo que a mí no me encaja. Hace veinte años predecían que Galicia iba a ser un desierto y sigue lloviendo a mares. El problema es que hay un montón de gente que vive del cambio climático».