Desde 1937 tenemos unas cuantas frases de Castelao -"animador de ilusións"- en alabanza de tres fuentes de riqueza gallega: el árbol, la vaca y el pescado. De esa trilogía están tomadas estas palabras escritas en el Mediterráneo:
"Vexo os montes repovoados e cobertos de piñeiraes. Vexo grandes fábricas de pasta de papel... O albre danos o papel barato que nos trai a descotío as novas do que pasa no mundo".
Nos pasamos el día usando papel. Papel es el rollo higiénico, el envoltorio del azucarillo y del paquete de galletas integrales, los billetes de euros, el periódico, las servilletas, el billete del autobús, las rifas, los pañuelitos, los apremios, la propaganda del buzoneo, los comunicados, las fotos, el libro de actas de la junta vecinal o de la mancomunidad de propietarios, las citaciones judiciales, los carteles de los toros, las multas de tráfico y las otras, las octavillas, las notificaciones del fisco y de las administraciones públicas, el fax, los pañales, los libros de texto, las entradas del cine o del teatro, los informes del abogado o del economista, la declaración de la renta, los apuntes de las cuentas bancarias, la receta médica, las facturas de las compras, las agendas, las cajas de los medicamentos, la comanda del restaurante, los consejos del veterinario para el perro, el envase del tabaco, las bolsas de la compra en las tiendas sensibles, las revistas del corazón, las otras revistas, los billetes de lotería y demás juegos del Estado, los prospectos que acompañan a las medicinas, los recibos del agua, gas y electricidad, el bloc de notas, el recibo de la contribución y del impuesto de la circulación, las cuartillas y los sobres para escribir cartas, las carátulas de los cedé, el soporte para imprimir de Internet, los pocos libros que leemos...
En fin, gastamos papel todo el día. Estamos en 170 kilos por habitante y día de media española (Galicia en esto como en todo siempre anda un poco por debajo), frente a los 228 de Alemania o los 314 de los Estados Unidos. Y también tiramos papeles que se debían reciclar. Los españoles envían a la basura dos millones de toneladas anuales. Sólo se recupera el 52% del papel usado, pero Alemania ya está en el 74. La media de recuperación en España está en 14 kilos por habitante y año, pero los gallegos apenas pasamos de 10. Aunque para fabricar papel siempre se necesitarán fibras nuevas.
Los montes gallegos están repoblados pero de aquella manera. Mal. Pero ya se cortan más de 6 millones de metros cúbicos, de los cuales 2,6 millones son de eucalipto y 2,4 de pino pinaster. Aproximadamente Galicia echa fuera millón y media de toneladas al año de madera de eucalipto, que en su mayoría se destina a la producción de pasta y papel en fábricas integradas lejos de aquí. Los eucaliptales gallegos crean más riqueza fuera que dentro del país. Galicia tiene madera para producir pastas químicas y mecánicas y con el aporte del papel reciclado podría producir diversos tipos de papel para levantar el PIB. Pero la demagogia de unos cuantos pontevedreses y adheridos pone difícil que uno de los pilares para el progreso de este país esté al servicio del hombre. Seguiremos exportando materias primas a bajo precio e importando maderas de calidad para fabricar unos poquitos muebles mientras nuestras maderas nobles se pudren en el bosque o se venden para Valencia.
Fábricas como la de Lourizán las hay en el País Vasco y en Cataluña. En la Unión Europea se cuentan 200 fábricas de celulosa y 1.000 de papel, con 15 y 132, respectivamente, en España. Y aquí en vez de aprovechar esa riqueza potencial, tenemos una pandilla que cuenta mentiras cada día sobre la ría de Pontevedra. "É un monstrruo que cuspe morte alí donde se atopa", acabo de leer. Y en tres universidades no aparece una voz que ponga la ciencia en su lugar. Hay olores mucho peores. Con esa demagogia no hay posibilidad ni de traslado ni de crear nuevas factorías integrales. Plantas integrales debieran ya funcionar en la Costa da Morte y en la costa lucense, donde poseen importantes manchas de eucalipto. Somos más pobres que Cataluña y País Vasco, pero regalamos materia prima para alimentar sus fábricas de pasta, papel y cartón. Y las autoridades pontevedresas y gallegas, de ayer y de hoy, a jugar a la oca con Ence. Y todos dicen seguir a Castelao.
Publicado por COUSELO en ACENTOGALLEGO 30/03/06
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