Elier Ojea, Presidente de Confemadera-Galicia
Como máximo representante del sector maderero, Elier Ojea advierte de que hay que mirar más allá de las fronteras de Galicia para ver la convivencia perfecta entre las pasteras y el entorno urbano. Pone de ejemplo Canadá, donde media docena de papeleras conviven en armonía con la población.
-¿Qué supone la planta de Lourizán para el sector forestal gallego?
-Ence es un referente en Galicia al aglutinar el 50 % de la facturación maderera de la comunidad. La sociedad debe saber esto. En la cadena de madera es la única que utiliza el eucalipto y ha conseguido que muchas zonas de Galicia, especialmente en A Mariña lucense, se haya rentabilizado hasta tal punto que apenas hay incendios.
-Ahora está en boca de la población una nueva ubicación, ¿cuál sería la mejor opción?
-Lo que está claro es que otra ubicación es inasumible. Supondría una inversión de 700 millones de euros y no hay garantía de estabilidad. La celulosa necesita agua y un caudal importante diario. Si dependiese de nosotros, apostaríamos por su mantenimiento, además tienen el compromiso de que en dos años desaparecerán los olores. Su marcha sería una decisión dolorosa con graves consecuencias para la economía.
-¿Cree que finalmente acabará saliendo de la ría?
-Que se vaya es una cuestión de voluntad política, ahora hay que buscar actuaciones importantes para darle rentabilidad y tenemos que buscar financiación para mantener la actividad forestal, que es la tercera de Galicia. La sociedad debe saber que en Canadá hay zonas con ocho papeleras con una coexistencia perfecta y los controles medioambientales adecuados. No hay que ser más papistas que el Papa.
-¿Cuántos empleos genera el sector forestal en Galicia?
-En la cadena de madera contamos con 23.000 empleos directos y más de 50.000 indirectos. Su marcha sería la guinda del pastel a una situación económica difícil.
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