Las tres centrales mayoritarias cierran filas entorno a Ence ante las acusaciones de falta de «comprensión», que alegó el pasado jueves el conselleiro de Medio Ambiente, Agustín Hernández, sobre el silencio de la pastera sobre una posible futura reubicación. CIG, CC.OO. y UGT han defendido ayer la postura del grupo de despejar de su tejado la pelota lanzada por la Xunta para que propongan terrenos donde asentarse más allá del 2018.
Desde Comisiones Obreras, Antonio Ligero, señaló ayer que «nuestra fábrica está funcionando muy bien y estamos a gusto ahí, lo que está haciendo la empresa es mirar por sus intereses». El representante sindical se mostró partidario de que sea la Administración autonómica de Núñez Feijoo quien busque el suelo, ya que como dijo el consejero delegado de la pastera, Ignacio Colmenares, la planta «está muy bien» en Lourizán. A este carro se sube también el presidente del comité intercentros del grupo, Pedro Soto, quien a la pregunta de quién debe lanzar la primera oferta asegura que «siempre digo lo mismo, la que manda en el terreno no es la empresa».
Con estas declaraciones, Soto tiende la mano al inmovilismo de la empresa y recuerda a Agustín Hernández, conselleiro de Medio Ambiente, que no es Ence quien deba buscar nuevos terrenos. El conselleiro aseguró en su última visita a la ciudad que «a decisión dunha ubicación alternativa debe ser da empresa, quen ten en conta que no 2018 remata a concesión de xeito improrrogable».
Ante estas afirmaciones, el presidente del comité de empresa, Miguel Graña, comparó la situación actual con «un partido de frontón». Unos por presionar y los otros por ganar tiempo con silencio. Como representante de los trabajadores asegura que en esta ocasión la decisión de la empresa es la correcta. Eso sí, no quiere que vuelvan a pasar por alto la importancia de los trabajadores en el proceso de negociación.
Presencia en la negociación
Hasta el momento solo han sido recibidos en dos ocasiones por las partes implicadas. Una con el consejero delegado del grupo el pasado lunes y una anterior, en precampaña electoral, el conselleiro de Medio Ambiente los citó en Pontevedra para explicarle el estado de las negociaciones. Entonces, como ahora, «irrelevantes», según Graña y «al más alto nivel», en palabras de Hernández.
El representante de CC.OO. pide que cesen las especulaciones porque «parece que en algunos momentos solo nos quieren echar por estética, pero que no se olviden que somos los únicos que generamos empleo con el monte gallego». Pese al partido de frontón al que aludía Miguel Graña, los trabajadores esperan que ahora sea a tres bandas y cuenten con ellos
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