Se podrían explicitar otros motivos para considerar su cierre, pero en ningún caso motivos medioambientales
EN RELACIÓN al artículo de opinión firmado el pasado 11 de junio por Xosé Manuel Pereira Fernández en el que hace referencia a Ence y su actividad, nos gustaría matizar algunos aspectos relevantes.
En Ence creemos, por supuesto, en la libertad de opinión, tanto de Instituciones como de personas, acerca de la planta de Lourizán y su actividad. Sin embargo, conviene que la discusión se base en argumentos rigurosos y con aportaciones soportadas científicamente.
Así, la planta es un referente en producción limpia y eficiente de celulosa y energía renovable. La realidad es que no sólo cuenta con todas las certificaciones ambientales requeridas en el desarrollo de su actividad, sino que mejora todos los índices exigidos en las normas europeas (normas BREF).
Es una de las pocas factorías del mundo que produce celulosa de mercado TCE (totalmente libre de cloro), especialmente valorada en la industria europea del papel por su calidad ambiental.
Varios hechos respaldan estas afirmaciones. Como ejemplo, las banderas azules recientemente otorgadas a las playas del entorno mas cercano a la fabrica convierten a la ría en uno de los parajes de España con un mayor número de arenales con esta clasificación por encima de otras de carácter similar.
Además, la planta de Pontevedra consigue anualmente eco-balance positivo en materia de C02, no ya sólo porque emita menos C02 del asignado legalmente, gracias a las inversiones ambientales realizadas en los últimos años. La madera que gestiona la fabrica absorbe anualmente más de 2 millones de toneladas de C02, lo que demuestra que nuestra actividad contribuye al medio ambiente.
En consecuencia, en absoluto existen razones ambientales que justifiquen el cierre de la fabrica de Pontevedra. Se podrían explicar otros motivos para considerar su cierre, pero en ningún caso motivos medioambientales.
Sin embargo, para valorar las consecuencias de un futuro cierre, conviene tener en cuenta que la fabrica es la gran gestora de la industria forestal gallega, hasta el punto de que es la única planta de celulosa existente en la Comunidad Autónoma. Por ejemplo, en el centro y norte de Portugal existen 9 plantas de celulosa con una capacidad de producción de 2,6 millones de toneladas.
En consecuencia, Ence genera 5.150 puestos de trabajo en toda Galicia, siendo 320 directos, 380 subcontratados, 2.170 indirectos y 2.280 inducidos. Además, la fábrica de Pontevedra realiza unas compras a la industria local de 55 millones de euros y proporciona unas rentas rurales de 91 millones de euros. Ence-Pontevedra exporta al exterior su producción por un importe de 180 millones de euros anuales y da ocupación a mas del 30% de la actividad del puerto de Marín.
Estas cifras convierten a Ence en la segunda empresa en términos de generación de empleo y riqueza en Pontevedra, donde su actividad supone el 1'2% del empleo total de la provincia en los sectores primario y secundario y sus exportaciones representan más del 2% de las exportaciones totales de la provincia.
La planta de Ence en Pontevedra es un motor de desarrollo económico y social para la comarca, la provincia y la propia Galicia.
Es por ello que, con vistas a cualquier consideración y en su caso, decisión, convendría tener en cuenta el conjunto de los hechos, beneficios y aportaciones mencionadas, además del escrupuloso respeto al medioambiente de esta fabrica.
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