Ence ha visto la luz al final del túnel. Después de un desastroso 2009, el grupo papelero ha dado un giro a su negocio para transformarse en un jugador del sector eléctrico español.La compañía presidida por Juan Luis Arregui anunció ayer una hoja de ruta hasta 2015 con la que fortalece su esencia papelera y entra con fuerza en energía: invertirá hasta 525 millones de euros para ejecutar diez nuevas plantas de biomasa que le convertirán en el líder de esta renovable, al contar con 390 megavatios (MW) instalados.La empresa se transforma con esta nueva estrategia, ya que en la actualidad genera el 70% de sus resultados mediante la roducción de la celulosa y el 30% con la biomasa. A finales de 2015, el objetivo es que la aportación de ambas actividades sea del 50%. Ence pretende con este giro complementar su negocio papelero con unos ingresos estables y recurrentes procedentes de la energía.El grupo atesora una capacidad instalada de 180 MW, la mayor de España. También cuenta con 50 MW ya en ejecución en las instalaciones de Huelva y con otros nueve proyectos en cartera que suman 160 MW. La tecnología es propia: la firma ha invertido dos millones de euros en I+D+i en los últimos dos ejercicios.Ence, que hace dos días anunció una ampliación de capital por valor de 130 millones de euros, destinará el 80% de esta cifra a reducir la abultada deuda de 342 millones y el 20% restante, a la planta de biomasa que construye en Huelva.El resto de las inversiones, hasta alcanzar los 525 millones previstos en energía, se llevarán a cabo según un modelo de project finance: un 70% se sustentará en recursos financieros y el 30% restante en recursos propios que la compañía generará estos años.El grupo presidido por Arregui está tanteando el mercado en busca de inversores y no descarta la participación de Santander, BBVA, Caja Madrid y otras cajas de ahorros en función de la ubicación de cada proyecto.
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